viernes, 9 de octubre de 2015

TIPOS DE CORRUPCIÓN



TIPOS DE CORRUPCIÓN

Escribe:
Domingo 31 de mayo del 2015
La corrupción aparece como un problema político grave para los ciudadanos en toda la región. Desde países con cierta “tradición” de enfrentar este tipo de problemas, como México, hasta otros supuestamente “inmunes” a estos como Chile. Pero si bien la queja es prácticamente unánime, la corrupción asume formas muy diferentes en cada contexto. 

Esquematizando, de un lado tenemos países en donde se construyeron redes bien enraizadas que permitieron asociaciones “ventajosas” entre el mundo político, los sectores públicos y privados, que prosperaron en contextos autoritarios. Con sus diferencias, México, Paraguay o Guatemala podrían entrar dentro de esta caracterización. De otro lado tenemos países en los que la corrupción aparece por la perversión de mecanismos de construcción de coaliciones políticas o de acuerdos en su momento necesarios para asegurar la gobernabilidad. En Brasil, lógicas de negociación política se entremezclaron con prácticas tradicionales clientelistas y de patronazgo, y evolucionaron hacia la compra de votos y sobornos en el Congreso, y con el intercambio de financiamiento de campañas electorales cada vez más caras por posteriores concesiones y contratos estatales. En Chile, país con una tradición institucional más fuerte, los escándalos aparecen asociados a la perversión de lógicas de gobierno amigables con el sector privado, que buscando el desarrollo de una economía de mercado, devinieron en asociaciones que hoy llamaríamos “mercantilistas”. 

En este marco, podría decirse que en nuestro país carecemos de redes de corrupción bien asentadas y articuladas (aunque las tuvimos con el montesinismo durante el segundo gobierno de Alberto Fujimori), dada nuestra dificultad general para actuar colectivamente en todo orden de cosas, y tampoco tenemos la degradación de lógicas pactistas, dada la naturaleza más bien antropófaga de nuestro sistema político. Nuestra corrupción no tiene una organización centralizada, ni redes extensas, y no aparecen, al menos no hasta el momento, lógicas “cartelizadas” por así decirlo. Lo que los escándalos recientes sugieren es que tenemos diferentes núcleos independientes que intentan sacar provecho de contar con “contactos” en el mundo político, el sector público y el sector privado. Esos núcleos pueden tejer pequeñas redes sobre relaciones de tipo partidario (como en los dos gobiernos de Alan García), o sobre vínculos construidos durante el paso por el Estado (redes heredadas del fujimorismo, por ejemplo), como ser empresas particulares, como el caso Belaunde Lossio. Quien sí avanzó en crear una estructura bien montada fue César Álvarez en Áncash, articulando al gobierno regional con el sector privado, medios de comunicación locales, y autoridades judiciales, “proeza” no lograda en otros contextos regionales. 


Lo bueno es que las redes de corrupción existentes, al no contar con una dirección centralizada, no parecen capaces de desafiar al Estado central; lo malo es que su dispersión hace su combate mucho más difícil.

lunes, 5 de octubre de 2015

Testimonio de un profesor de la ICH - academias Cesar Vallejo y Aduni

Hace más de 10 años, buscando trabajo llegue a la institución, aquí encontré compañeros de trabajo que se convirtieron en mi familia, este lugar se convirtió en lo más importante para mí, muchas veces lo puse por encima de mi propia familia. Tenía hora de entrada pero no de salida, cada día aprendía cosas nuevas, también me equivocaba, pero tenía compañeros que me hacían reflexionar para corregir mis errores, a veces sentía que eran muy duros conmigo sobre todo en los balances, temblaba cada vez que empezaba, incluso creo que en algunas oportunidades eran injustos; en fin, aprendí a darle valor a mi vida, aprendí a valorar a los compañeros, aprendí a valorar todo trabajo por más sencillo que sea, no importaba la magnitud de la tarea, sino la voluntad que tengas para llevarlo adelante, entendí la importancia del trabajo en colectivo. Tenía reuniones de formación, en la cual aprendí mucho, reflexionaba sobre la sociedad y cual era mi papel como trabajador.
Me sentía orgulloso de pertenecer a esta institución, por su forma de trabajo, por la valoración al trabajador y principalmente por su historia. Había profesores que habían dado no solo su libertad, sino su vida por la construcción de una sociedad más justa y más humana.
Al pasar los años vi muchos cambios, cada vez que preguntaba, me decían que era necesario por la institución, ya no veía a mis compañeros; cada vez que preguntaba por los ausentes me decían que habían merecido su salida, que estaban en contra de la institución y les creí. Poco a poco iba desapareciendo lo que yo valoraba, aquello que me hacía sentir humano, principalmente las reuniones de formación en la plana, preguntaba y me decían que ya los tiempos habían cambiado, y los creí.
Hace algunas semanas, me llamaron a una reunión en Bolivia, ¿Qué raro?, ¿Qué habrá pasado?, hace años que no me llamaban para nada, me decían que todo lo ve la sede, (cohesiones, problemas, tareas, reuniones, otros). Tenía cosas que hacer en mi casa, un cachuelo de un par de horas, pero tuve que ir a la reunión, porque, el que me llamo era el director general de la sede, así que, no me quedo otra; ahora así lo llaman “Director”.
Llegue a Bolivia y reconocí a algunos antiguos, a muchos de ellos no había visto hace tiempo, eran de otra sede. Empezó la reunión, inicio el profesor José Castillo, se puso a mencionar todas las cosas negativas de los profesores, empezó por el profesor Tantaruna, luego profesor Martínez, luego profesor Cadillo, luego profesor Morales y finalmente del profesor Velasco. No rescató absolutamente nada de positivo de ellos, para el profesor José Castillo, ellos no tenían nada de positivo, lo que me afecto mucho, es que llego a burlarse de cada uno de ellos, generando risas de los presentes y como disfrutaban de los que estaban en la mesa directiva (Cotrina, Montalvo, ZaVala, Villar y Flores); terminaron diciendo que los profesores estaban siendo auspiciados por MOVADEF.
Después de hablar mal de la trayectoria de cada uno de los profesores, el profesor José Castillo pidió la participación de los que asistimos, llamaron a cinco profesores a participar: El primero fue el profesor Zapata, uso un lenguaje que me habían dicho que ya no se usa, en fin, luego entendí que ya era preparado, él había empezado así, para que los demás también le sigan. Luego pidieron que otros voluntarios participen, hubo un silencio y luego empezaron a participar, todos tenían que seguir el guion dado por Zapata;  claro que en algunos casos era casi obligado o por compromiso.
Al pasar los días me comenzó a llegar correos anónimos, se planteaban denuncias en contra de los actuales directivos de Central, acusándolos de una serie de problemas, debo reconocer que muchas denuncias tenían fundamento y honestamente yo mismo y muchos profesores nos hacemos las mismas preguntas:
·        Porque siempre los mismos profesores, paran en altas responsabilidades (Cotrina, Pipa, José Castillo, Espinoza, Zapata, Zavala y aunque no aparezca orgánicamente el profesor Flores Medina Eleazar, todos sabemos que tiene poder absoluto).
·       ¿Quién los reelige año tras año?, ¿Ellos son los únicos capaces de dirigir la institución?, ¿Por qué nos dan a entender que ellos son la institución?, ¿Por qué criticar a ellos, es criticar a la institución?, ¿Serán los dueños de la institución?...
·       ¿Qué paso con las aves de paso en responsabilidades?, ¿Qué paso con los continuadores?
Días después hubo reunión en mi sede, se repitió lo mismo que en el local de Bolivia, con otros responsables al frente. Nos repitieron que los profesores son unos miserables, que quieren formar un sindicato. Esto me genero más curiosidad, ¿SINDICATO?
·       ¿Porque tienen miedo a un sindicato?, ¿ tendrán algo que ocultar?, ¿creo que están mostrando debilidad política?, ¿Por qué siento que muchos se quieren sumar al sindicato?, ¿Por qué el miedo y mucho miedo de los actuales responsables?, ¿será cierto que el MOVADEF está detrás ?, ¿Si son profesores miserables como dicen, deberían tenerles miedo?, ¿Por qué no confían en las bases que sabrán darse cuenta?, ¿Qué paso con la libertad de pensamiento?, ¿Decían que aquí se respeta los derechos laborales?, ¿No sabrán que formar un sindicato, es un derecho laboral?, ¿Por qué hemos llegado hasta aquí?, ¿Por qué los actuales responsables no quieren dejar el cargo?, etc.

LA PRÁCTICA ES CRITERIO DE VERDAD, esto es lo que me enseñaron, uno puede hablar y decir lo que quiera, la única verdad es la práctica. Esto es una verdad universal, tenía dudas y muchas dudas sobre lo que está pasando en la institución, le pregunte a un compañero que confiaba, quería saber su opinión, así que le pregunte sin preguntar, le dije ¿Están enviando correos, te llegó?, el compañero entendió la indirecta y me respondió: “la práctica es criterio de verdad”. Recordé que allí estaba la respuesta, por más que digan lo que digan, hablen lo que hablen, argumenten lo que argumenten, justifiquen lo que justifiquen, la práctica es el criterio de verdad. Aquí en la institución algo está mal, algo está pasando.
La claridad vino sola, el memorial lo dice todo,  en este memorial se desnudan tal como son:
·      Criminalizan la organización de los trabajadores, tal cual lo hacen los miserables y corruptos gobiernos de turno. Acusan a los compañeros de terroristas.
·       Se arrodillan frente a este estado burgués, piden que por favor les protejan, no confían en las bases (profesores y empleados).
·        Soplones, piden que venga la DINCOTE, a llevarse a los compañeros progresistas.
Ante los hechos concretos, es necesario que cada profesor y empleado hagamos una reflexión y tomemos una posición, y no nos portemos como traidores a la clase; en vano no muchos profesores entregaron su libertad y su vida. Asumamos la unidad de clase y no, la actitud de un integrante oportunista que aprovechará la oportunidad para congraciarse con la clase parasitaria que nos han venido engañando; podrán tener el poder que les da su puesto, pero jamás, el respeto de las bases.



02 de octubre del 2015